DÍA
DE DAÑO
No hubo en su faz el nombre de su
padre.
De aformes cosas íntimas privado
anduvo el tiempo concedido. El hado
adverso lo dejó aturdido. Ladre
perro la suerte del enfermo, lladre
insano. Abre el día nuevo al costado
del dolor y del deleite. El estado
silencioso de su vida recuadre
el ámbito en tristeza contenido.
Abierto el cuerpo azul, dañada el alma
por la edad sombría, cuánto mereces
un tanto de alegría, hermano herido.
Puesto que el duro dolor nadie calma,
a tu lado soy, como tantas veces.
José Luis Molina
Calabardina, 2 agosto 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario