Cuando el ángel del licor oscuro se hace óvalo azul, la poesía parece el pan del desterrado. Te invito al banquete a sabiendas de que es sólo un festín de palabras y sentimientos más o menos ocultados, alguna vez exteriorizados, siempre íntimos.
jueves, 5 de mayo de 2011
JACINTO HERRERO ESTEBAN
Las Navidades de Jacinto Herrero Esteban (XXVII)
2005
Lu-ís, lu-ís, lu-ís...así el gemido
de algún alcaraván hacia poniente
ha puesto sobre un cielo de escarlata
tu nombre en este erial de rastrojera.
Te debo estas palabras porque fuiste
hermano y compañero adolescente:
Bootes niño, entre los mansos bueyes
que abrevan en la pila junto al pozo.
En este declinar de nuestro mundo
vuelve la imagen de los días claros:
arrogante a caballo o recostado
en la hacina del trigo, sin cansancio,
el centro fuiste de la tierra llana
y las estrellas de la anochecida.
Ilustraciones: (c) Francisco Barrera, pintor del barroco sevillano. La luna en el atardecer de Ávila (Foto J. L. M.).
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