Cuando el ángel del licor oscuro se hace óvalo azul, la poesía parece el pan del desterrado. Te invito al banquete a sabiendas de que es sólo un festín de palabras y sentimientos más o menos ocultados, alguna vez exteriorizados, siempre íntimos.
miércoles, 16 de marzo de 2011
JACINTO HERRERO ESTEBAN
Las navidades de Jacinto Herrero Esteban (VII)
Los años 1979 y 1980 los felicitó con el mismo poema. Desde su regreso a Ávila, vivía en la calle Paseo de San Roque. En 1980, se traslada a su actual domicilio.
1978 - 1980
Era el comienzo de vivir, el agua.
Era el comienzo, el campo.
Sin encañar aún, el trigo.
Sin incubar aún, el nido.
Al comienzo, la madre
sobre el árbol o el suelo entre cañizos.
El día claro, húmedo en las junqueras.
Acuérdate, que tú eras chico.
Sin estirar aún, tus zancas.
Sin enturbiar aún, tus ojos.
Acuérdate, si encuentras
en el camino hoy -figura
de paramento mal pintado-,
en tu surco algún nido,
como piden la leyes
de Moisén, con polluelos o huevos,
y la madre está echada,
porque ese es el comienzo; el campo tuyo:
El ivierno es exido que el março quiera entrar,
están los chicos al ejido,
y costanilla arriba
vuelves tú de la mano de tu padre,
y ves de las macollas de vallicos alzarse
un vuelo de calándrias
y una prohibición, acuérdate,
segura la vida que amanece, no allí
más lejos siempre... junto al agua.
(Jacinto Herrero Esteban)
Ilustraciones: Foto de un viaje que hice a ver al poeta porque le hacía grave de salud.
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