Las Navidades de Jacinto Herrero Esteban (XI)
1985
NOCHE Y DÍA
Tú que has llegado a confundir la lluvia
con el roce del viento entre los álamos;
tú que al rodar el agua entre las piedras
reír de amigos en la noche oíste:
sosiégate al remoto tintineo
que cruza el pastoril soñar de Gredos
y duerme al fin. Mañana, si amanece,
verás la blanca lona de la tienda
dibujarse con sombras de los olmos,
y al pico-carpintero oirás cercano
como tambor que el canto acompasara
del pinzón o la alondra, -llama al día-.
Un gozo augura terrenal y puro
el vuelo azul del libre abejaruco.
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