Cuando el ángel del licor oscuro se hace óvalo azul, la poesía parece el pan del desterrado. Te invito al banquete a sabiendas de que es sólo un festín de palabras y sentimientos más o menos ocultados, alguna vez exteriorizados, siempre íntimos.
martes, 5 de abril de 2011
JACINTO HERRERO ESTEBAN
Las Navidades de Jacinto Herrero Esteban (XVII)
1994
En la arenisca piedra del románico
el sol tras de la lluvia, el balbuciente
ensueño de la tarde que abre paso
al frío oscuro que en la nieve brota
como urgente llamada a la clausura
de estas cuatro paredes. Eremita
de un yermo donde oír amigas voces
que son vuestras y mías (mis cuidados
por única compaña), y la lámpara
iluminando páginas y cartas
donde todos habláis. Habláis conmigo,
olvidados del ruido y de la furia,
y hacéis fulgir la llama aún inextinta
que ondula por las venas y caldea.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario