Cuando el ángel del licor oscuro se hace óvalo azul, la poesía parece el pan del desterrado. Te invito al banquete a sabiendas de que es sólo un festín de palabras y sentimientos más o menos ocultados, alguna vez exteriorizados, siempre íntimos.
lunes, 25 de abril de 2011
JESÚS TOMÉ
Nadie
Para pena y perdidas esperanzas
sin deseos ya más de parabienes,
esta noche derrocha sus motivos:
estar a igual distancia de otro sitio
que puede ser cualquiera y diferente
de algún lugar cualquiera que no exista,
allí donde he llegado ni he venido,
donde soy el fantasma que, de miedo,
hace temblar al aire en que se esconde,
en el rastro borrado y en la ausencia
que se dibuja en la burbuja rota
ya no pompa de gloria sino lágrima
sino astillada lluvia que amontono
para prenderle fuego y extinguirme
en aroma de silencio
en esencia de nada.
(De Poemas para un exilio, 1976)
Me envió el poeta una separata de la revista Sin nombre, en donde apareció este poemario, con la siguiente dedicatoria: "Para José Luis Molina como una carta desde mi exilio. Con mi amistad. Jesús Tomé".
Ilustración: (c) Caspar David Friedrich.
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