Las navidades de Jacinto Herrero Esteban (XXVI)
2004
Brotó el silencio en el cristal opaco
y multitud de ángeles cruzaron
la prodigiosa niebla de la noche.
Fueron como fugaces y lejanas
estrellas o disparos de una guerra
trasmutada en insólito espectáculo.
Pero al envés ignoto del suceso
la paz era un clamor y se oiría
un viento torrencial de vuelo y voces
que reivindican paz para esta noche
un año más, y un año y otro año,
y el corazón se sobrecoge y trema
ante el vacío alarde pirotécnico
que trueca por teatro cuanto toca.
Ilustraciones:
(c) Una foto mía de Ávila
(c) ¿Belén napolitano?
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