domingo, 29 de diciembre de 2013

José Luis Molina: TRILOGÍA ITÁLICA


Todos los días son días de aprender. Así que yo llegué a una papelería - copistería y expuse cuanto quería hacer, dado que no puedo aún, si no quiero quemarme los ojos, escribir con profusión y no podía, pues, felicitar la Navidad como vengo haciendo ya un montón de años. Pues de esa visita nació este libro que viene a recoger los tres que había escrito entre 2011 y 2012, etapa mala para mí porque me hizo perder cuanto había ganado entre 2008 y 2011 y que aún no he recuperado. Se llama TRILOGÍA porque lo componen tres libros: No regreso para vivir la muerte (2011), Feliz terruño más que ningún otro (2012) y En un tumulto análogo al silencio (2012). Algunos de estos poemas quizá hayan aparecido en el este blog. Se llama ITÁLICA porque"estos campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa". Itálica es una ciudad romana en ruinas que cantó Rodrigo Caro y que se puede visitar en Santiponce.


Itálica: foto tomada de http://www.en-sevilla.com/italica/

O sea, son los poemas de la ruina: ruina física por el desolador terremoto que ha hecho de Lorca, entre otras razones, un pueblo gris y ahí está. Lorca es emigración pobre y necesitada, emigración de la negritud, de la ley mahometana, de la cosa sudamericana (ecuatorianos, bolivianos). Es decir: si Lorca está necesitada, acoge a otros necesitados y así la necesidad es más grande. Lorca está necesitada de puestos de trabajo. Se ha ido hasta el cemento. Hacen falta industrias, hacen falta iniciativas. Y en Lorca sólo hay unas cuantas tiendas y desencanto. Y unas cuantas cosas que no debo añadir. Así que sólo he recogido el encanto de la ruina. La ruina local, la ruina de los monumentos, pero también la ruina de las gentes, la ruina de los que aún no hemos vuelto (ni creo que lo haga, de momento). Pero Lorca también está necesitada de educación en la cultura y en las artes liberales. Ruinas interiores también aparecen en este libro del que posible que vuelva a hablar. No hay ninguna tirada numerosa. Habrá unos diez libros a la venta y que sólo se ofertan en Centro Papel, al cuidado de Isabel María Ortíz. Está en la calle Doctor Luis Prieto, nº 27 bajo. 30880 Águilas. (www.centropapel.com). Tf.: 968487360.


FRAGMENTOS DE INVIERNO

Esta tarde salgo a tu encuentro,
viejo de negro, sabiendo que aún
no estás bajo el sauce que abraza
los cuerpos yertos cada oscuro fin
de jornada. Estaré un rato pequeño
junto a la palmera al otro extremo
del paseo de la Cala, visible el mar,
hasta que mi camino seas tú.
Camino gris hoy, plomizo, borroso
como el pasado que, a la espalda,
es una gran carga antigua. Mas
no todo se debe a uno mismo.
Yo olvidé la llamada del páramo.
Otros aumentaron mi equipaje.

Es bello, sin embargo, ser nuevo
en este camino eterno y sin retorno
sabiendo que, una sola vez, será
tu abrazo el último y ya no seré
ni agua, ni silencio, ni soledad:
sólo tierra y mis cuencas vacías
no disfrutarán los crepúsculos
invernales ni volveré al balcón
de la calle Tranquila. Cuando no
regrese,
sólo yo me echaré en falta,
sólo yo rezaré mi responso,
sólo yo seré mi compañía.
No tendré opción, pero morar
eternamente siempre
bajo un sauce llorón sería una
ilusión que tampoco depende
de mí,
sólo yo estaré solo
definitivamente
ignorando la hora del claustro,
no sabiendo quién estará leyendo
mis versos solitarios, solo de
ausencia, solo de estar solo.

Sólo entonces me daré cuenta
de mi absoluta pobreza
y seré algo obligadamente
nuevo, todo nuevo, solo y nuevo.

José Luis Molina
Calabardina, 29 diciembre 2013







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