miércoles, 18 de diciembre de 2013

RAQUEL LANSEROS: A las órdenes del viento. Antología


No es buena una Antología para leer por primera vez a Raquel Lanseros. No la conocía. Como tampoco a la Editorial Valparaíso de Granada. Me llama la atención que su nombre me haya pasado en silencio cuando es una poeta andaluza (Jerez  de la Frontera, 1973) muy premiada y con varios libros publicados que pienso leer poco a poco: Leyendas del promontorio (2005), Diario de un destello (2006), La acacia roja (2008), publicada por Tres Fronteras, de la Región de Murcia, Los ojos de la niebla (2008), Croniria (2009). La última publicación, según mis noticias, es Las pequeñas espinas son pequeñas (2013). Es accésit al Premio Adonáis, Premio Unicaja de Poesía, Premio Antonio Machado en Baeza, Premio Poesía del Tren (2011) y Premio Jaén (2013). Ha sido traducida al italiano, francés, inglés, holandés, hindi, turco, hebreo, griego, ruso, armenio, portugués y serbocroata. ¡Menudo curriculum! Yo me lo he dicho a mí mismo alguna que otra vez: tienes que leer, José Luis, a los poetas jóvenes para saber por dónde va la cosa en la actualidad. Y, de cuando en cuando, me hago caso y descubro poetas buenos como esta Raquel Lanseros que sabe lo que hace. No huye de ningún tema, por recio que sea; sabe lo que hace, dice y cómo lo dice; es certera, audaz, íntima, discursiva, profunda, delicada, directa. Además, domina el lenguaje.

BLUES HORIZONTAL

La cama es una astilla de horizonte.
Todo lo vivo coge en sus márgenes.
Nos vienen a parir aquí, tumbadas boca arriba
empujando el presente para hacernos un hueco.
Yo también volveré. Un día claro, sin manchas,
me tumbaré sobre ella para siempre.

Dejadme antes tan sólo anotar este blues en mi cuaderno
El blues, igual que el sexo
comienza en alfa y acaba en omega.

Al fin y al cabo, yo misma seré el buitre
que sobrevuela en círculo mi propio cadáver.


TRADICIÓN ORAL

Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
relamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.

No es de extrañar que el mundo sea redondo.
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?

José Luis Molina
Calabardina, 18 diciembre 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario