miércoles, 27 de abril de 2011

LOS DÍAS DESDE LA CALA

A partir de mañana, este blog ha de sufrir un parón por razones personales que no son del caso. Un corto viaje me hace salir de la Cala porque este primero de mayo sin lucha obrera porque los obreros están ahora muy bien, sin problemas, o los sindicatos están -¿cómo diría yo para no molestar?- controlados, porque nadie hace una huelga con un gobierno de izquierdas, debo estar en Iniesta (Cuenca), en donde hay una feria del libro. Así que, alguno compraré. Me gusta llegar y contemplar estos pequeños pueblecitos que tienen una vida completamente silenciosa, aunque todos intentan llevar hasta ellos la civilización, el progreso. Pero el precio que se paga por esa historia que no se sabe muy bien lo que es parece demasiado abultado. Nadie se da cuenta de lo bien que se vive en un lugar casi idílico hasta que se abandona por una vida mejor. Pero, ¿qué es una vida mejor? Hay que promocionar una vuelta a la ocupación de muchos pueblos abandonados porque la juventud no tenía porvenir. Ellos que vayan donde quieran o los guíen. Pero ahora pueden ser recobrados por los desencantados de la vida urbana, entre los que me cuento, y volver a ser felices sólo con el trato humano. Hablando con Amparo, asturiana ella, le decía hoy explicando las costumbres de los que subimos a las pedanías altas de la Cala: "Nos vemos todo los día este rato de la hora del aperitivo, no para beber, que siempre cae un chato, sino para vernos y cultivar la amistad. Luego, ellos viene al fútbol, pero yo prefiero verlo en la casa porque no me gusta que me griten gol en la oreja ni los chillidos estruendosos. Claro que, con la exaltación del triunfo, caen algunos cubatas. Y los que no podemos tomarlos nos quedamos con la gana. Por ello, mejor en casa de uno". 

                                                                       Iniesta. El rollo.

"Las ideas, ya sean consideradas en su contenido religioso, filosófico o moral o en su expresión de los sentimientos y en su contenido afectivo, se gastan más rápidamente que los símbolos. Su vida está condicionada por el desarrollo social, por las concepciones dominantes en un momento histórico dado, por el estilo de vida propio del autor y sus lectores más inmediatos. Cuando sus ideales hayan envejecido, no cesará con ello la vigencia artística de la obra, no disminuirá su valor absoluto, pero la idea a que servía de vehículo ya no podrá separarse y viajar libre e independientemente, como un bien digno de enriquecerse en sí. La Divina Comedia sigue siendo una obra maestra, a pesar de sus  ideas, que no son las nuestras. Don Quijote no ha envejecido, sino que ha ido ganando en proporciones artísticas, pero las ideas que transporta hoy son, sin duda alguna, diferentes de las que llevaba al espíritu de sus lectores de 1605" (Alejandro Cioranescu. Principios de literatura comparada. Ediciones IDEA, 2006). Ya he acabo de leer este libro que es significativo porque te aclara unos conceptos que se suponen sabidos pero que había que matizar, como ha hecho el eminente profesor.

                                                            Miguel de Cervantes. El Quijote.

"Cuando yo escribo, desaparezco por completo; no me siento siquiera, soy todo idea o todo sentimiento, todo palabra, nombre. [...] Durante la fase de alta, escribo todo el día, duermo tres o cuatro horas y todo me es motivo de inspiración. En esto soy primitivo, ya que mi hombre primitivo debió dormir, como el lagarto, todo el invierno y vijilar desde la primavera al otoño; yo soy bastante lagarto" (Juan Ramón Jiménez. La corriente infinita. Aguilar, 1961). He quitado ya de en medio este libro al que habría que quitar las alteraciones ortográficas del gran maestro, pero...

                                                               Anfiteatro de Nimes

"Recordaré que, en términos cristianos, la unión mística es una unión por amor y que el más alto grado de esta unión no es querer a Dios sino querer lo que quiere Dios. Ahora bien, el Dios de esta creencia quiere el mundo, quiere la creación de que es autor y se complace en ella. Y quiere al hombre tanto que hasta toma carne para salvarle. El alma cristiana, por tanto, no ama a un Dios inaccesible sino a un Dios que está descendiendo hacia ella. Y la consumación de este amor, en consecuencia, será querer por semejanza, no lo más alto, sino lo más bajo. No quedar en esa bajeza pero sí volver a ella, humildemente en apariencia, soberbiamente quizás, desde lo más alto". (Gabriel Celaya. Exploración de la poesía. 1971). Siempre es significativo encontrar un libro como este por quien lo escribe, Gabriel Celaya (1911-1991), es decir, Rafael Múgica, escritor que forma parte del grupo que escribe "poesía comprometida", como Cantos iberos.


Estoy recogiendo los libros que me han acompañado hasta ahora casi desde el comienzo del blog. Hay que renovar material y, sobre todo, renovarse uno, yo, por dentro. Cuando escribo, el primer y último receptor soy yo, escribo para mí, para que no se me olvide lo que hago o pienso. Porque pocos son los que conocen el blog y acuden a él en busca de pasto poético. Así que para unos pocos no me pegaría la paliza, para una inmensa minoría sí. Una bitácora como esta puede servir de cuaderno de navegación para algunos porque, además de una postura independiente que jamás irá por los cauces editoriales oficiales, estoy poniendo en conocimiento de los lectores mi poetas preferidos que leí hace años y ahora me estoy despidiendo de ellos. Cuando hago referencias poéticas, aunque algunas veces deje caer cosas que ni fu ni fa porque también he de dar a conocer otras poemas de otros autores que también están en mi biblioteca, procuro decirme a mí mismo los poetas que me llevaron a amar la poesía. Cuando hago referencias religiosas, sólo expreso mis deseos, mis pensamientos, mis afectos, mi posición ante la divinidad. Cuestionar no me preocupa, pero mostrar convicción es muy duro, porque se excluye todo por no abandonar uno su postura. Hay que recordar con valentía cuándo se dejó de opinar como antes y comenzó a opinarse como ahora. Si te han vaciado, si te han alienado y no te has dado cuentas, tiene una explicación. Por eso se corre con tanta presunción y se cree uno que está en la exactitud del pensamiento: yo sólo creo en la lentitud de los bueyes. Y sonrío pretenciosamente. ¡Qué tontos son los otros! ¡Mira que no darse cuenta de que esto es así, como yo lo pienso! Miedo me da llegar a la exactitud de los bueyes: mejor en la lentitud del pensamiento. Con Dios, sólo hay que saber dejarse llevar. Pero, creo que aún no estoy maduro para el abandono espiritual. Por eso vivo aún.

                                                      Catedral de Murcia. Fotografía: J. L. M.



Aumentó mi pasión y aguijoneó mi anhelo
una candela embozada en mantos de sombra.
Entre la oscuridad me hacía señas, con un dedo blanco
vestido de rojo en la punta, y perteneciente a una mano escondida.
Si no soplaba la brisa, brillaba su llama como un hierro de lanza;
si la brisa lo torcía, se achataba como una pulsera de luz.
Me distrajo una noche en que me desazonaba el deseo,
porque lucía una veces, y otras se apagaba.
Si yo decía: "No luce", me sacaba la lengua;
si yo decía: "No se apaga", retiraba su luz.
Así hasta que el alba salió del golfo de su negrura,
y el céfiro del jardín nos destapó su pomo de aroma.
¡Dios te guarde, candela, porque pareces mi alma,
que también se consume en las ansias del amor!
(Ibn Zamrak, en Emilio García Gómez, Cinco poetas musulmanes, 1959).




Y... POESÍA CADA DÍA

Museo de Historia Natural




Encerrados en un espacio distante
perfeccionan allí la estabilidad de no ser
más que inmovilidad de animales simbólicos
la escorzada pantera, el mono encadenado
y la fidelidad que representa el perro
echado ante los pies de la estatua yacente;
adquieren aridez en la luz incisiva
bajo las losas de cristal del domo,
traslúcido animal que no perece.
La boa suspendida
por cuatro alambres tersos sobre cartón pintado
no es más que el concepto de boa.
                                                  Agavillados
bajo un domo distante, la memoria
les redondea el gesto, los induce
a la circunferencia imaginaria
en la que inscriben dentro de su urna
la suspensión del gesto, salto rígido
igual que las mandíbulas abiertas
gritan terror de estopa, agonía en cartón violencia plana.
Agazapados tras una puerta distante,
cuando la empuja el simulacro vuelve
a componer su coreografía;
y un día han de invadir los bulevares
de la ciudad desierta, amenazando
la arquitectura fácil del triunfo
y el gesto de la mano que acaricia
la mansedumbre impávida de animales pacíficos.

(Guillermo Carnero. El azar objetivo. 1975. De este libro sólo se hicieron 500 ejemplares. Poseo el nº 482).



Ilustraciones:
Lince: (c) IES Padre Luis Coloma
(c) Museo Nacional de Ciencias Naturales


JACINTO HERRERO ESTEBAN

Las navidades de Jacinto Herrero Esteban (XXVI)



                                 2004

Brotó el silencio en el cristal opaco
y multitud de ángeles cruzaron
la prodigiosa niebla de la noche.
Fueron como fugaces y lejanas
estrellas o disparos de una guerra
trasmutada en insólito espectáculo.
Pero al envés ignoto del suceso
la paz era un clamor y se oiría
un viento torrencial de vuelo y voces
que reivindican paz para esta noche
un año más, y un año y otro año,
y el corazón se sobrecoge y trema
ante el vacío alarde pirotécnico
que trueca por teatro cuanto toca.





Ilustraciones:
(c) Una foto mía de Ávila
(c) ¿Belén napolitano?

martes, 26 de abril de 2011

JACINTO HERRERO ESTEBAN

Las navidades de Jacinto Herrero Esteban (XXV)

                                          2003



Estos días tan breves del solsticio
en diciembre, caminan, aunque a oscuras,
hacia otra luz hundida en el poniente.
No habrá lugar a la melancolía
pues el sol vencerá porque aún existe
y brilla a las espaldas de esta noche.
(Tal nuestra vida asida a la esperanza
de no morir). Volver a la costumbre
de abrir la puerta a la desierta calle
y caminar sobre la escarcha. Dile
que espera al corazón, que para todos
habrá un sol cegador tras de la tiniebla.
Son hermosos los árboles desnudos
húmedos del relente en madrugada.


Me decía este año, en el envés de la felicitación:
 "Querido José Luis. Gracias por tu recuerdo puntual. En enero cumpliré 72 años. Ya ves qué amigo viejo tienes. Estos versos son recientes. Aún estoy vivo. Tengo paz. Un abrazo. Jacinto. Ávila. Navidad. 2002

LOS DÍAS DESDE LA CALA


Dijo a la lengua el suspiro:
échate a buscar palabras
que digan lo que yo digo.
(Soleá de Enrique Paradas)



Ayer, todo cuanto escribí bajo este epígrafe, se borró. Algo debo hacer mal porque, cuando copio y quiero pegar, algún genio de la lámpara o algún duende del país de los manazas interviene y sucede que todo se va al garete. Ayer estuve en Lorca por razones médicas y llamé a Fernando Cuadrado, con el que estuve un rato en el Mesón Lorquino mientras tomábamos descafeinado yo y él cerveza. Sabe mucho este Fernando, ha leído mucho caminando literariamente por donde lo lleva su instinto, una intuición que no le equivoca. Ahora está leyendo a Patricio de la Escosura, ha leído a Espronceda y espero que pronto acabe con Campoamor, pues es su interés leerlo: es un poeta para quien las niñas "tienen el pecho de cristal". Me parece una cursilada de abuelete. Posiblemente La canción del pirata sea una canción protesta de su època, pero es un poema que lees como cantas Asturias patria querida, cuando estás en el tono etílico justo, o sea, en todo lo alto de la euforia y te crees un Mario Lanza o así. Pero bien: entrad en su web, eralucana, y allí os encontraréis alguna que otra sorpresa. Es la segunda vez que os lo digo.


LA SOMBRA DE PROPERCIO

Llevabas la sortija calcinada en el dedo,
fragmentos de barro en el rostro
amoratado, y rota la seda de tu vestido
cuando sentí el peso de tu cadera
junto a mí, muy cerca de mi sueño.
Intentaste hablar nuevamente, y tus ojos
reflejaron los días llenos de amor
por las cosas y por nuestros encuentros.
Ha surgido así la cabaña del prado y el camino
cerca del riachuelo de aguas heladas
y la habitación donde moriste en la sombra.
Un viento ha helado mi corazón. Nada vuelve otra vez.
Escucho la nocturna voz de tu silencio
y veo cómo sales sin abrir ni cerrar
la puerta, y atraviesas la cerca.
(Juan Perucho, “Cinc poemes inèdits/Cinco poemas inéditos”, en Pasajes 5, 1986, pp. 52).



No quería yo hablar de Joan Perucho, pero me he encontrado con este texto tan hermoso que no he dudado en traerlo a la Cala. Está chispeando una gruesas gotas que ensucian los cristales y entran por el balcón, mojando las cosas que dejaron los críos en sus juegos y ahora hay que coger para que no se manchen. Mas he decidido dejarlas como están, no alterar este momento glorioso y dejar el que tiempo supere al tiempo, mientras se abandona la lectura para mirar el horizonte supremo y pensar en los que no ven el mar porque no tienen mar o no lo ven porque no saben mirarlo. Esto va a durar poco porque el mar no se ha alterado y queda enrarecido el el soporte genial de los propileos. Ayer puse cosas de Manuel Machado, cosas que me servían para mí, pero eran bellas para todos. Acaba de entrar el sol. Lo ha hecho a través del cristal sin romperlo ni mancharlo.







Del color del lirio
tiene  Gerineldos
dos grandes ojeras;
del color del lirio,
que dicen locuras
del amor de la reina.
Al llegar la tarde,
pobre pajecillo,
con labios de rosa,
con ojos de idilio;
al llegar la noche,
junto a los macizos
de arrayanes vaga,
cerca del castillo.
Cerca del castillo,
vagar vagamente
la reina le ha visto.
De sedas cubierto,
sin armas al cinto,
con alma de nardo,
con talle de lirio.
(Manuel Machado. Alma)


Entre la mala copla y el mal poema había una pequeña diferencia. Este es el poema que ayer puse en esta Cala que está antes de llegar a la Cola:

ÚLTIMA


Ya me ha dado la experiencia
esa clásica ignorancia
que no tiene la fragancia
del primero no saber.
¡Oh la ciencia de inocencia!
¡Oh la vida empedernida!...
Desde que empezó mi vida
no he hecho yo más que perder.

Ya mis ojos se han manchado
con la vista de lo feo.
No creía... Y ahora creo
en todo y en algo más.
He querido serlo todo
y ya ni sé si soy algo...
De lo que dicen que valgo
no me he creído jamás.

Escritor irremediable,
tengo la obsesión maldita
de la vil palabra escrita
en el odioso papel.
Y mi ingenio -¡el admirable!-
en mi martirio se ingenia...
Con él y mi neurastenia
llevo el alma a flor de piel.

Apenado, sin dolores.
Amoroso, sin mujeres.
Libertino, sin placeres,
y rendido, sin reñir.
Ando, amante sin amores,
con mi juventud podrida,
por la feria de la vida,
sin llorar y sin reír.

La gloria... ¡para mañana!
¿El dinero? Yo no quiero
placeres por mi dinero...
La voluntad... ¡Es verdad!
Con ella todo se gana;
borra montes, seca pontos...
Yo no he visto más que tontos
que tuvieran voluntad.

Y ahora, en mitad del camino,
también me cansa el acaso.
... Perdí el ritmo de mi paso
y me harté de caminar.
La voluntad y el destino
diera por una bicoca...
- Y yo...
- Tú, calla. ¡Tu boca
es sólo para besar!




Ilustraciones: (c) la propiedad es de sus dueños. Yo sólo sé que participa Jean Jerome. Gracias.

JESÚS TOMÉ




NADA HASTA EL MONTE Y, EN EL MONTE, NADA 

En campo de Castilla, seco, duro
y abrasado de sed, vino a la vida 
una llama de amor tan encendida 
que traspasó de luz lo más oscuro.

Descolgándose a oscuras por el muro 
de su prisión, con alma desprendida, 
emprendió, entre celadas, la subida 
hasta alcanzar el inmortal seguro.

Para alumbrarnos en la noche oscura 
dejó en la senda oculta y empinada 
un reguero de voces que fulgura 

y avisa del peligro y la celada:
Sólo consigue a Dios quien no procura 
nada hasta el monte y, en el monte, nada.


  


 UNA SOLA TRISTEZA: NO SER SANTO 
  
 Ayúdame, fray Juan; alta es la cumbre, 
estrechos y espinosos los senderos, 
incesantes y extraños los oteros 
donde de nada sirve la costumbre.

Me ha trabado los pies la incertidumbre
y me acosan avisos agoreros,
ciegos mis ojos son y pordioseros
mientras la llama viva no me alumbre.

Ayúdame a vivir de tal manera
que ya mi vida sea un mientras tanto
bajo la noche oscura y a la espera

de que borre mi vida con mi llanto,
soportando, al final de mi carrera,
una sola tristeza: No ser santo. 


lunes, 25 de abril de 2011

JACINTO HERRERO ESTEBAN

Las Navidades de Jacinto Herrero Esteban (XXIV)






                                     2002



Jano, desorientado,
mira de frente: 0 2,
mira hacia atrás y: 0 2.
- No se pueden creer
estas cifras iguales.
Consultaré a Cronos
si es posible
anunciar este año que no avanza
                   20-02
Hay guerras
como en tiempos de Príamo
y Posidón golpea mar y tierra
con su tridente fiero.
Todo es igual 2 0
(guerras, hambruna,
inundaciones)
igual a 0 2.
¿Qué digo de este año?




JESÚS TOMÉ

  






                  Nadie

Para pena y perdidas esperanzas
sin deseos ya más de parabienes,
esta noche derrocha sus motivos:
estar a igual distancia de otro sitio
que puede ser cualquiera y diferente
de algún lugar cualquiera que no exista,
allí donde he llegado ni he venido,
donde soy el fantasma que, de miedo,
hace temblar al aire en que se esconde,
en el rastro borrado y en la ausencia
que se dibuja en la burbuja rota
ya no pompa de gloria sino lágrima
sino astillada lluvia que amontono
para prenderle fuego y extinguirme
en aroma de silencio
                               en esencia de nada.

(De Poemas para un exilio, 1976)

Me envió el poeta una separata de la revista Sin nombre, en donde apareció este poemario, con la siguiente dedicatoria: "Para José Luis Molina como una carta desde mi exilio. Con mi amistad. Jesús Tomé".

Ilustración: (c) Caspar David Friedrich.

domingo, 24 de abril de 2011

Y... POESÍA CADA DÍA. Hoy... con Jesús Tomé


Así me parece que titulaba el diario ABC una sección (Y... poesía cada día) que situaba al final del periódico, después, incluso, de los anuncios por palabra, eso que ahora se llama publicidad porque, donde no hay publicidad, resplandece la verdad. Está lloviendo con furor. Cuesta trabajo divisar el entorno de la isla del Fraile y montañas circundantes desdibujado por la lluvia y el agrietamiento del color, hemos entrado en el reino del gris-lluvia, cielo-gris = cielo sin color. Nadal va a iniciar su partido con Ferrer en la final del torneo Conde de Godó, si no han de suspenderlo. Cuando el gris entra en los lugares en los que no debe, la realidad cambia. Todo eso lo vivimos esperanzado porque somos conscientes de que, después de la tempestad viene la calma, y eso es bueno porque nos entrena para la vida. La vida es bella hasta que un tonto viene y te la cambia: por tanto, no pongas un tonto en tu vida y apártate de él cuando lo veas venir por debajo de los balcones por si no se mojara cuando la lluvia. Pero, de los canalones cae y/o caía antiguamente el agua e igual te mojabas, decía mi tía cuando nos explicaba estas cosas de la vida, es decir, usaba con nosotros lo que mi madre llamaba gramática parda.


Abandono tan lluviosas expresiones y me refugio en Juan Ramón Jiménez: "La poesía es la antorcha que se recoje de una mano y se pasa a otra. Desgraciado del que se quede con la antorcha y del que no la reciba. La antorcha es la inspiración presente, que une la del pasado a la del futuro [...] Si no hubiera lengua, la poesía sería espresada con jestos, sonrisas, miradas, como en realidad hace el poeta mejor, que convierte las palabras en sentir o pensar libres y que rompe su vaso constantemente; algo así como una sien sensitiva que late, y que, sin sentido movible, no sería más que una superficie helada, cuajada muerte. Oíganlo los poetas cuajados. Esta poesía sería la mejor; porque cumpliría con el carácter misterioso y encantador de Platón humano y divino. No hay que asustarse de la palabra divino. Divina es toda la vida, porque divino quiere decir orijinal: alada es toda la vida, porque el mundo vuela por el espacio; y graciosa es toda la vida, porque todo es puro milagro en la vida. Y un niño chico, un mudo, un perro miran con poesía tanto como no hablan".
(De La corriente infinita. 1961).



Corté mi dedicación a Jacinto Herrero Esteban porque su temática, la temática de este momento, no era del tiempo litúrgico que íbamos a vivir. Por ello, ahora he de retomarlo y seguir con Jesús Tomé. Lo de Jesús Tomé se origina por medio de Joaquín Galán. Me trató muy bien -al final se enfadó conmigo por no poder publicar aquella antología ya citada- y me puso en contacto con lo más granado de la lírica del mester. Me puso en contacto con Jesús Tomé, al que escribí a Puerto Rico. En España ya, me dio la dirección del poeta que estaba con sus hermanos por las circunstancias que él mismo comentará. Así que Jesús Tomé me envió POEMAS PARA UN EXILIO (Premio) del que hablaré en su momento. Al tiempo, Joaquín Galán me obsequió con una ANTOLOGÍA que es lo mejor que he visto escrito sobre Jesúis Tomé. Cuando he recuperado con mi retiro en La Cola de la Cala mi quehacer poético y he recuperado mis libros más amados, he encontrado una carta en su interior. La dedicatoria de esta antología es la siguiente: "Para José Luis Molina, viejo amigo, tan interesado por la poesía de Jesús Tomé... Con un fuerte abrazo, Joaquín Galán. Enero, 1981". La carta lleva matasellos del día 18 de junio de 1976. Por entonces, Jesús Tomé estaba en Valladolid, pero quizá fuese a San Celoní para ver a sus hermanos, seguramente en la emigración:



"San Celoní, 16-6-76
Querido amigo:
Ayer estuve con Jesús Galán que me dio tu dirección. Tengo entendido que me escribiste a Puerto Rico interesándote por mí; pero el poeta al que acudiste sufrió un accidente y no pudo ponerse en contacto conmigo.
No sé qué poemas mío tendrás para tu antología, pero supongo que ya serán muy viejos, porque hace años que, aunque sigo escribiendo, no he publicado casi nada.
Si sacara tiempo, te enviaría algo nuevo desde aquí. El tiempo -para bien o para mal- no pasa en vano.
Estoy muy al tanto de los que se escribe en España (Joaquín ha quedado sorprendido); pero reconozco que mi vida literaria sólo hasta cierto punto es española. Admiro lo que hacen los demás, pero he llegado al límite de la edad en que es necesario quedarse a solas con las propias obsesiones.
Creo haber llegado tarde para pretender orientar y arriesgar entre las solicitaciones de los nuevos laberintos. Pero, además, por convicción, estoy decidido a seguir mi camino que no sé si me llevará al reconocimiento que me haga digno de merecer una estatua (valga la ironía), pero que me ayuda a sobrevivir instalándome en el mundo, o situándome en otro mundo intemporal, allí donde sucede el mito, es decir, donde se es de una vez y para siempre. Volveré a escribirte. Con un fuerte abrazo. Jesús Tomé"


Por tabernas de llanto persistimos
bebiendo a trago y sed en la belleza
mientras detrás de un vaso de tristeza
otra mayor tristeza redimimos.

Nos redimimos, ¿sabes? Nos latimos
puros en el silencio que nos reza;
si saben las plegarias a cerveza
que amarga y quita sed, ¿qué más pedimos?

Y así vamos. Iremos. Paso a paso
de soledad en soledad cayendo,
de cautivos de amor, de Dios cautivos;

sintiendo que si, al fondo de este vaso,
el vino a muerte nos está sabiendo,
porque nos mira Dios estamos vivos.
(Jesús Tomé. Traigo esta tristeza, 1960).

Fotografías de J. L. M. De la serie Así es Calabardina cuando está triste.


LOS DÍAS DESDE LA CALA




Como aquel fray Gracián en su abadía explicaba el mundo sin salir a la calle, yo observo la vida desde mi balcón con miras al mar, porque el mar es... la mar. Está lloviendo fuerte, se detiene de pronto y vuelve a llover. Debería irse ya el viento del sur que tanto molesta. Cuando veo las palmeras balancearse a uno y otro lado, ya sé que es un día para no salir. Eso no quiere decir que, sobre el medio día, o pasado este, me vaya a las pedanías altas y pase un tiempo no muy largo con la gente amiga. En Calabardina, los jubilatas que viven solos tienen detrás una historia, como yo, y por ello me acerco a alguno de ellos. Tampoco saben ellos que los traigo al blog. Pero, todo ello hace que esta vida sea una vida sencilla, que la calle sea una calle tranquila, que la Cola venga antes que la Cala. Pasado el medio día, todo sigue igual.



"Si Jesucristo no resucitó, vana es nuestra fe". Y, cuando tocaban las campanas, salíamos todos a la calle y tirábamos los platos rotos, las vasijas guardadas para este acto, y, en alguna calle, como la de los Guiraos, quemaban al Judas. Después, nos llevaban hacia San Patricio, de donde salía la procesión del Resucitado. La imagen principal era la del "Palero", del que decían que era un Cristo comunista (o socialista) porque llevaba la mano izquierda levantada (era donde llevaba y lleva el lábaro), casi con el puño cerrado (por eso se salvó de la barbarie incivil del 36), al menos, eso dicen del Resucitado de Roque López, discípulo de Salzillo. Esas historias no se las creía ni Dios, que ya había estado y debatido con fariseos, escribas, publicanos (que no republicanos). En aquella época, en Roma no había federalistas y por ello el país se mantuvo hasta que la descomposición de su gobierno republicano -pero de la res pública- se llevó dicha civilización e imperio al garete. Yo pido morir sin ver ese desaguisado. Y, ojo, mi postura es tan respetable como la de ellos, pero, vamos a ver si detenemos un poco su frenesí, su euforia, que se han creído que el huerto es suyo y siempre se llevan la mejor fruta. Eso me decía ayer un amigo de Lorca que vino a informarme de las tontunas que cometió el Presidente del Paso Azul por su desconocimiento de la tradición en la procesión del Viernes Santo. Creo que hubo mayordomos que abandonaron la procesión. Pero, para enterarme de todo, no voy a acudir a los foros de la prensa, sino que voy a esperar a que me llamen y me lo comuniquen, que lo harán. Calabardina está despolitizada, porque los de las pedanías altas ya tenemos una experiencia detrás, es decir, una historia personal que, para bien o para mal, está en los periódicos y ya fuimos juzgados y no condenados. ¿O condenados? Sólo el juicio de Dios es importante, ¿verdad? 




Pues creo que muchísimos azules están ya hasta el gorro de que las mujeres de la Asociación, su presidenta a la cabeza, apoyen al GUAPO cabeza visible, al presidente al que le dimití porque él hacía falta en el Paso y yo no, es decir, mis razones personales, que en la Cala no trotan los caballos ni se ve a los peliculeros volteadores hacer su trabajo como quieren los rectores que lo hagan. Pero, es que hay que inventarse de nuevo el Paso Azul, hay que saber hacia dónde va, hacia dónde le interesa crecer, que hay que hacer y qué no, pero con perspectiva, un crecimiento pactado cuya renovación dure, al menos, una década. Creo que ya hay que inventarse incluso un orden de procesión, que el de Castillo Navarro, que a tantos presidentes ha valido, ya ha dado de sí todo lo que debía y más.



Y ahí lo tienes: "Yo soy el que soy y mi consejo no está con los impíos, sino mi voluntad en la ley de Dios. Bienaventurado el varón que no sigue el consejo de los impíos y no avanza por la senda de los pecadores y no se sienta en el conciliábulo de los protervos (malvados); sino en la ley del Señor está su voluntad y en su ley medita día y noche. Y será como árbol plantado junto a la ribera de los ríos, que dará fruto en su tiempo, sus hojas no se marchitarán y todo lo que haga lo hará favorablemente". Se trata del Salmo I que se reza en los Maitines del día de Resurrección, este domingo precioso de cualquier manera que haya amanecido, grisáceo, como lleva el mar toda la semana, o espléndido, como nos gustaría a todos.



He tenido tiempo para leer con cierta profundidad un par de páginas de un libro que hay que leer meditando, hacerlo poco a poco y preguntándose: ¿qué quiere decir esto? Y esa es la pregunta que se hará quien lea este párrafo: "Camino hacia Dios, la gnosis es, ante todo, camino para el autoconocimiento: conocer, detener la facultad del conocimiento, es conocerse a sí mismo, condición esencial, en la hermética, para ascender al conocimiento sumo, el Ser Supremo: 'Ha llegado a nosotros el conocimiento de Dios y, por esa venida, hijo, la ignorancia ha sido expulsada', la ignorancia madre de todos los vicios. Empapada de gnosticismo, la filosofía hermética apunta a un conocimiento secreto, alimentado y mantenido en silencio monacal, en el que el ser viviente busca el más alto conocimiento, el conocimiento de lo sobrenatural". Ya hablaremos más de este libro cuyo título no voy a decir hasta más adelante.





La hermosura enojada
Señor, si fuiste en humano velo
de los hombres, el más hermoso,
más apacible, manso y amoroso,
vida del alma, y de los ojos cielo:
Con justa causa tiemblo y me desvelo
el tribunal pensando temeroso,
donde, si os imagino riguroso,
verme culpado me convierte en hielo.
¿Podrán mis culpas levantar por dicha
a vos mis ojos? No, que mi pecado
me priva en tanto bien de tanta dicha.
¿Cómo podré miraros enojado?
Porque no puede haber mayor desdicha
que ver un rostro tan hermoso airado.
(Lope de Vega)





(c) Cada autor sigue siendo dueño de su ilustración: gracias

sábado, 23 de abril de 2011

LOS DÍAS DESDE LA CALA






Si algún adjetivo le corresponde a este Sábado Santo es el de sosegado. Ha amanecido soleado. Un horizonte despejado, con sol, que será más bello al medio día, cuando los bañistas venidos de la lejana capital, sin muchas novedades a imitar, se metan en el agua entre gritos fríos y ademanes chuscos, va a hacer del día de hoy el deseado de los consumidores: el consumo es la nueva religión.



Ayer, el mal día que Dios nos dio para que gozáramos hoy del nuevo día, me llevó a la lectura de unos libros teóricos que había adquiridos la semana anterior por internet. Algunas cosas se aprenden con la lectura y pueden servir en esa política de enriquecimiento interior que nos hemos marcado para recuperar los daños acumulados:
"El acto poético es un misterio, y hablar de las causas posibles del misterio es explicar lo inexplicable. Pero esta imposibilidad o, mejor dicho, esta inutilidad del esfuerzo, sólo es evidente si por causa entendemos causa eficiente o causa final, es decir, si pretendemos buscar a la creación poética el germen del que brota o la finalidad a que obedece. Pero lo uno y lo otro, en la medida en que nos podemos acercar a ellos, pertenecen más bien al estudio de la estética. La literatura no pretende llegar a tanto. Por lo menos, no es nuestro propósito remontar al origen del arte al hablar  de causalidad en literatura" (Alejandro Cioranescu. Principios de literatura comparada, 2006).


Esta vacaciones han sido buenas hasta para los que no las necesitamos porque nuestra vida es una vacación eterna: sólo nos queda, al menos a mí, acabar nuestra vida tal y como podamos, porque ya se encargarán los poderes públicos de amargarnos con malas praxis y excesivos impuestos para gastos no siempre honrados. Lo peor de todo esto es que se creen que nos han engañado y que la capacidad de las Chacón, Pajín, Jiménez, Aído, Salgado y demás está por encima de lo que nos merecemos los españoles. Y así ha sucedido también con los claros varones que también ostentan y han ostentado poder en estos últimos años que nos han hecho y nos harán llorar. Pero nuestra esperanza tampoco va mucho más allá porque qué van a hacer los varones y féminas que nos coloquen en su lugar. Y digo que las vacaciones nos han venido bien porque rápidamente, mañana mismo, volvemos a la rutina diaria, que no es poco. Nos quedan unos meses de consumo playero que alterará la paz de los residente del todo el año. ¡Ah!, el ayuntamiento tampoco ha mandado limpiar las playas. No entiendo cómo la gente no da la espalda a estas playas y a sus instalaciones.




He regresado en estas vacaciones a mis recuerdos adolescentes. Así que hoy vuelvo al salmo correspondiente, el 150:
1. Alabad al Señor en sus santos, alabadlo en el firmamento de su virtud.
2. Alabadle en sus virtudes, alabadle según la multitud de su grandeza.
3. Alabadle con el sonido de la tuba, alabadle con salterio y cítara.
4. Alabadle con tímpano y coro, alabadle con cuerdas y órgano.
5. Alabadle con címbalos biensonantes, alabadle con címbalos de júbilo: todo espíritu alabe al Señor.





Hoy era día aún de silencio porque Jesucristo había muerto por nosotros y esperábamos su resurrección. Días fecundos en recuerdos estos de la Semana Santa... He recordado a mis familiares difuntos, que me introdujeron en estas prácticas hoy abandonada, pero respetadas y posiblemente deseoso de que no hubiesen desaparecido...





Penúltima estación
He aquí helados, cristalinos
sobre el virginal regazo,
muertos ya para el abrazo,
aquellos miembros divinos.
Huyeron los asesinos,
qué soledad sin colores.
¡Oh, Madre mía, no llores!
¡Cómo lloraba María!
La llaman desde aquel día
la Virgen de los Dolores.
¿Quién fue el escultor que pudo
dar morbidez al marfil?
¿Quién apuró su buril
en el prodigio desnudo?
Yo, Madre mía, fui el rudo
artífice, fui el profano
que moldee´con mi mano
ese triunfo de la muerte
sobre el cual tu piedad vierte
cálidas perlas en vano.
(Gerardo Diego. Vía Crucis).




A LA MUERTE DE CRISTO
Contra la dureza del corazón del hombre
                                III
Pues hoy derrama noche el sentimiento
por todo el cerco de la lumbre pura,
y amortecido el sol en sombra obscura,
da lágrimas al fuego, y voz al viento.

Pues de la muerte el negro encerramiento
descubre con temblor la sepultura,
y el monte, que embaraza la llanura,
del más cercano se divide atento.

De pìedra es, hombre duro, de diamante
tu corazón, pues muerte tan severa
no anega con tus ojos su semblante.

Mas no es de piedra, no, que si lo fuera,
de lástima de ver a Dios amante,
entre las otras piedras se rompiera
(Francisco de Quevedo)





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