miércoles, 13 de febrero de 2013

A LA ORILLA SAGRADA DEL PROMONTORIO SALINO (1)





PREÁMBULO
El pasado año de 2012 fue un año muy largo para mí. Había empezado el 14 de noviembre de 2011, eso si omito la fecha fatídica del 11 de mayo de 2011, cuando los terremotos asolaron Lorca. Las pérdidas económicas no cuentan, aunque para nosotros fueron importantes. Sí me afectó, porque así debía de ser, el accidente que sufrió mi esposa, a resultas del cual ha perdido la movilidad de un brazo. Fue en la baldosa de delante del edificio conocido como Residencia San Mateo. La baldosa la dejaron como Dios quiso, aunque para el Ayuntamiento estaba muy bien. De la denuncia al Municipio y del proceso, daré cumplida cuenta, en su momento oportuno. No voy a ganar, pero voy a ir contra ellos el tiempo necesario en defensa de lo que yo creo justo.
El pasado año, mientras ella estaba en rehabilitación, casi dos horas diarias, me entretenía escribiendo un poema cada día que por la tarde colgaba en este blog. Este año, aún de médicos por si se le puede aliviar el dolor que sufre como secuela, tras dos operaciones, y litigando hasta donde el ministro Gallardón nos permite por eso de las tasas (el que tenga dinero sí puede pleitear, al pobre le darán por donde siempre se ha usado en esta España que está pasando una temporada en el infierno por culpa de sus políticos y banqueros), otras cosas me ocupan. No puedo, pues, escribir un poema al que después no puedo darle otro uso.
Pensaba, por tanto, abandonar este blog. Pero mi buen amigo Mariano Hernández Pérez, que no sólo cuida mi ordenador, sino mi persona, me sacó anoche de dudas y me orientó sobre su permanencia: Puedes poner en él todos los libros que tengas escritos y no publicados -me dijo-, cada día un poema. Los que no los conozcamos lo leeremos como si fueran hechos hoy, aunque tengan ya algunos años. Y eso es lo que voy a hacer. Espero que su mantenimiento sea fructífero. Eso me permite incluir como novedad cuando haya algo que entienda como interesante, importante o extraordinario.
Un aviso: si leéis Cementerio Marino de Paul Valéry, comprenderéis mejor mis poemas. Cuando incluyo un verso en cursiva se debe a que lo copio tal cual de la traducción de poeta francés, una de Alianza Editorial. El poema titulado Collage lo he compuesto tomando un verso de cada uno de los poemas que componen el libro de Paul Valéry, libro de poemas precioso. Cada uno lo puede interpretar según sea para él el mar.
Un afectuoso saludo, amigos míos, seguidores de este blog. José Luis Molina




En memoria y homenaje a
Cimetière Marin
de
Paul Valèry


INTROITO

Sobre la memoria marina y cementerio
clásico libro y humano, pulido y gozoso,
por la albura candeal de sus cimientos,
lápida pesada cayó de epitafio breve.
Tanta lima horaciana en sus estrofas
delgadas obligan al énfasis benigno
de la hermenéutica: "no gimáis por el que
murió aquí. Habitad la palabra de los que
duermen. Acoge el agua olorosa en tu seno".

Consideraciones son para la lectura del mar
No es difícil la estrategia. Dejad fluir sus íntimas
palabras como agua mañanera, sueño liviano
tal vez de la noche durante el turbio nubarrón,
en ritmo petrificadas y, cuando el musiquero tono
embriague de emoción el silencio de la Cala,
abrid los ojos al paladeo de la palabra y,
a la orilla sagrada del promontorio salino,
gritad centelleo, sueño, cendal de llamas,
fruta en goce, ámbito puro, tierra ósea,
idólatra, esencia rigurosa, magistral diadema,
indivisible espuma, espesa ausencia,
hueca inmortalidad, laurel pomposo,
el techo en paz que foques picotean.
Hecho así, esperad. No levéis el paso,
quedad descalzos mientras el mar
salpica el rostro de la Cala
y el náufrago asciende por el eco.
Pedir a la diosa el don de la interpretación
de los sentimientos solemnes
y pasad hoja por hoja el breve sufragio
del réquiem, del pésame, del olvido.

José Luis Molina
Calabardina, 13 febrero 2013
Las fotografías son de mi autoría


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