jueves, 8 de noviembre de 2012

EL AIRE ALEVE SUEÑA BAJO EL ALA


Ritual revuelo de alondras doradas
como libélulas a la luz rosa
de una tarde celeste y rumorosa
de pálido sol y nubes moradas.

Sobre las sierras cercanas, soñadas
sombras abandonan la cumbre hermosa
donde se refugia la voz calmosa
de las calandrias que cantan baladas

de triste amor jamás correspondido.
No siempre el tenue fuego se hace hoguera.
No siempre arde el noble sentimiento.

Goce así, al menos, la paz del sonido.
No siempre el alma encuentra compañera.
No siempre amor padece sufrimiento.


José Luis Molina Martínez
Calabardina, 8 noviembre 2012

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