viernes, 22 de marzo de 2013

A LA ORILLA SAGRADA DEL PROMONTORIO SALINO (11)



9.

Pavonea su postura sedente
semejante a la de la deidad sobre
la losa de nenúfar florecida,
resbalando sobre la piel el agua
del baño vespertino de la Cala,
mientras las modernas piernas
se ofrecen -¿acaso lascivas?-
a la plenitud de la fantasía.
¿Qué cuerpo a lento fin me va arrastrando 
durante el éxtasis contemplativo
del espacio palpitante ofrecido
alegremente? Páramo parece
pero es manjar codicioso, banquete
púbico y juvenil promesa, carne
sustancial, itinerario gozoso
por la simetría de un cuerpo ledo,
alabanza natural, atractiva,
de la belleza en su más simple forma.
Surge como mujer, musita dulce-
mente palabras generosas sobre
la llama erecta en pebetero grácil
mientras la tarea comenzada entre
sus súbitos gemidos de aprendiza.
Gran tarea de las adolescentes
el iniciar sus cuerpos en estío.


José Luis Molina
Calabardina, 22 marzo 2013

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