miércoles, 20 de marzo de 2013

A LA ORILLA SAGRADA DEL PROMONTORIO SALINO (10)



8.

Profusos son y ahora delicados
los llantos de las víctimas morales,
entre el vacío y el suceso puro,
intérpretes de la falaz falsía
de las tentaciones enumeradas
en las obras del nuncio tridentino.
Nunca fueron delitos esenciales
los cometidos contra el dogma duro,
inventado por los ciegos hostiles,
contra el consabido amor de los faunos
que princesas corporales asedian,
limpias y, como las lilas, sencillas.
Obligados fueron al escondite
oscuro de los maniluvios góticos
de los pórticos otrora sagrados,
estatuas hoy varadas en el pobre
césped de los marmóreos jardines.
Época hubieron feliz, engañados
por los cuentos y mágicas leyendas
narradas por las cantoras sirenas
en las hojas de la vida embobada
por la voluntad de los dictadores,
perdidos entre la hábil verborrea
de sus grises peroratas sonámbulas.

José Luis Molina
Calabardina, 20 marzo 2013

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