sábado, 15 de octubre de 2011

JOSÉ CRUSET (1912-1947


SONETO V
Solo mi corazón, solo el latido
remoto de tus venas que asegura
un mundo cierto, que se desfigura,
de ríos, lisos cielos y de olvido.

Sola mi soledad, con el gemido
de mis vencidas fuerzas, en la oscura
noche de no arribar a tu isla pura.
¿Cuándo fue aire o son confundido,

tu adiós, la mano en alto, con el vuelo
de blancos pájaros y de alas rotas?
¿Cuándo mi soledad se vino en piedra?

Lo triste es que no mudan, en el cielo,
su deshojado volar las gaviotas,
ni muda el homenaje de la yedra.

(En Segundo amor perdido, 1947)

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