miércoles, 17 de agosto de 2011

MANUEL FERNÁNDEZ CALVO (1928-2007)




Estoy haciendo un pequeño repaso y recolocación de mis libros, obligación exigida por la presencia de unos tomos de pintura que mi santa quería poner donde estuviesen bien custodiados, es decir, que he desmontado una parte de estantería para poner su curso de pintura a la que se ha aficionado últimamente en un lugar no peor que el mío. He cogido un ejemplar de ELEGÍA ÍNTIMA (Premio Ceuta, 1973-1974), y que aparece con el nº 46 en la colección sevillana ÁNGARO y, en lugar de seguir con la tarea, me he venido al ordenador para dar noticia de este mi desconocido amigo. Con este libro me pasa como con otros: aparece dedicado y no sé quién es el autor. Este caballero, nacido en Valencia de D. Juan (León), en 1928. Era sacerdote desde 1952. A partir de 1968, es capellán de aviación. 

Elegía
Yo eché mi corazón al aire. Atento
tanto tiempo a mi vida ya cansada
de vivir siglos, no encontrando nada
más que mi angustia de cada momento,

rompí la esclavitud del sentimiento,
abandoné mi torre levantada
con cada hora muerta sobre cada
hora, y eché mi corazón al viento.

Pero el viento llevaba en su costado
-lluvia de siglos sobre siglos- una
torre de corazones como el mío.

Y me quedé sin nada y abismado
en una soledad como ninguna
otra jamás habrá sin mí. Vacío.

Final
Dormido no, porque, dormido, fuera
-luz sin calor- asombro indiferente.
De repente tampoco; de repente
pasmo encendido sin saberme hoguera.

Si dormido, perdida la frontera
del ser, qué laberinto por mi frente.
Sí de repente, cuánto adiós ausente
por mi desnivelada calavera.

Quiero morir al tiempo en tiempo justo
para asirme a la vida, al miedo, al susto
del vacío y al Dios en el que espero.

Vivir es tan mi gozo y mi condena,
que hasta para morir y valdrá la pena
saber que vivo aún. Y que muero.

(De, ELEGÍA ÍNTIMA)

Este hombre se presentaba mucho a los premios de poesía. Ganaba bastantes. Eso no quiere decir que era bueno, que no era malo, sino caza premios. Carlos Murciano impugnó el fallo del Premio café Márfil de Elche, creo que fue en el 1979, porque con el libro ganado -con otro título-, se había llevado el premio del Concurso de Alhama de Murcia. Algún día escribiré acerca de de quien se presenta a los premioso sólo por dinero.

2 comentarios:

  1. Ese soneto, Final, figuraba en mi libro de literatura en 2º BUP, allá por el año 1986. No sé por qué me lo aprendí (fue porque me llamó la atención, no me lo pidieran), y varias veces estos años he buscado de quién era en internet, pero no aparecía. Y hoy, no sé por qué, lo he vuelto a buscar, y aquí estaba. Así que: gracias!

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    1. Hay cosas que se quedan grabadas en la mente y acompañan a uno/a toda la vida. Este final te esperaba desde 2011 a que buscaras de nuevo tu infancia en un lugar preclaro y allí apareciese es buen soneto, propio de la época. Un afectuoso saludo. José Luis Molina

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