domingo, 14 de agosto de 2011

SIEMPRE SE VUELVE AL LUGAR DEL ESCRITO


Entre otras situaciones personales, no he aparecido por este blog porque estaba acabando unos libros de poemas, dos, con los que espero concursar a partir de este último septiembre, por los concursos más acostumbrados, los tiempos pasados para recordar. Uno de ellos comienza de este modo.
PRÓLOGO PARA ENTENDER LO HONDO DEL TIEMPO

Despedirme quise de mi viejo usado mundo,
de cuanto ha sido envase, vasija rutinaria
vestido racional, tunicela ordinaria,
mortal intelecto, sagrario místico, inmundo

cuerpo indeleble, ánima desconocida. Fundo
tal deseo en ver, con ojos últimos, maquinaria
mundana antes habitada, no la imaginaria
clase de paisaje que aprendí meditabundo.

He rememorado viejos pueblos funerales,
andado pares caminos que unos lustros hace
ollé: a mis poetas muertos, ósculo y soneto

dí, salmodia claustral oré, prono, ara en rituales
oteros. Electo hube sepulcro en donde nace
sosiego: cierro los ojos a mi fe sujeto.

Tránsito encuentre. Objeto
de gualdrapa y paramento negro, soy yaciente.
No halla Orifiel mi cordón de plata, si inconsciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario