miércoles, 10 de octubre de 2012

NOCTURNO

Atardecer desde la Cola (Fotografía: JLM).
Un roto perfume de flores vanas
profana un silencio con mil motivos
erigido y esta paloma nacida
de los ojos brunos porque es de noche.

Inmortal parece el ámbito honesto
del jazmín dormido en enredadera
oscura. Ninguna alondra señala
la libertad en el aleve espacio
del sueño. Ni en el raudo vuelo mi alma
bate las alas terribles del fauno.
Ni llega murmullo de azul novicia
desde el salmo musitado en el claustro
virginal, ante el Dios vivo anhelado,
misterio inefable cerca del manso
ruido de voces puras, letanía
de incienso rojo en pebetero de humo,
volutas emocionales llevadas
por dedos músicos de serafines
sutiles que irrumpen en armonía
hasta la potestad del imafronte.

El negro olvido, puente sobre el río
del tiempo, arduo velo de tul nocturno
extiende, transparente, por el rostro,
mientras la soledad es caudal sobrio
venido en la alta madrugada fría
como señal de cobarde abandono
ante el nuevo día anunciado: cruza
casi ya el sendero de Cope altivo.


Cope desde la Cola (Fotografía: JLM).
José Luis Molina Martínez
Calabardina, 10 octubre 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario