jueves, 7 de julio de 2011

JOSÉ MARÍA FONOLLOSA



Alguno de estos poetas más o menos marginales (marginados) no me atraen, en verdad, casi nada. Alguno de ellos me ha sido dado a conocer por F. Cuadrado al que le gustan los poetas marginales, no sé si lo marginados. Hay gente a la que te gusta leer porque encuentras hasta ácido en su poesía, no han publicado mucho porque no han entrado en los circuitos comerciales y sus publicaciones pueblerinas o, en el mejor de los casos, provincianas, no siempre llegan al amante de la buena poesía. A José María Fonollosa (1922-1991) me lo trajo hace ahora un año, cuando estaba dolorido, en el aspecto físico sobre todo y tampoco me hizo subir la adrenalina. Pero, en cuestión de gustos...

El aire es fresco, frío, por la calle.
Me estremece un molesto escalofrío.
Si pudiera arrumbar en un portal
mi figura, tirada como inútil...

Regalarla a un anciano y yo admitir
un cuerpo más acorde con mi mente..

Si vislumbrara el medio de evadirme...
Librarme de eta forma y ocultarme.
Soltarla y que vegete por las plazas
igual que esas que vagan como autómatas.

Mas de mí no se aparta. Tercamente,
ceñuda, va conmigo. No me deja.

Escucho sus pisadas que son mías
resonar duramente sobre el suelo,
donde la altiva nube de hace poco
se arrastra, ya vencida, humildemente.

Ha tratado de convencerme de su lectura provechosa Pere Ballart (El contorno del poema, El Acantilado, 2005, p. 247) y sólo he pensado que, quizá, en otra ocasión, me gustaría estar triste y que me gustara este tipo de poesía. Pero, mejor vuelvo a mis clásicos...



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