viernes, 22 de julio de 2011

PEDRO LUIS DE GÁLVEZ


En el número 2 del semanario cuasi-político LOS ALIADOS, que salió a la calle el sábado día 13 de julio de 1918 y concluyó, que yo sepa, el sábado 30 de noviembre del mismo año, con lo que duró 20 números, en los que publicaba algún poema suelto que otro, he encontrado este soneto "realista". Desconozco si este poema figura entre sus obras, pero, por ser una reliquia, lo rescato y lo doy a conocer.


UNA CALLE
Calle mal empedrada, sucia, estrecha y torcida.
Los perros y las viejas, calentándose al sol.
Una posada equívoca se ofrece en un farol.
La taberna. El barbero. Huele a cosa podrida.


Los renegridos muros, llenos de cicatrices.
En algunas ventanas, puesta a secar la ropa:
cuelga una falda negra que parece una hopa.
Albergue de ladrones, vagos y meretrices.


Los chiquillos, desnudos, se arrastran por el lodo:
"El Bengala", "El Pasmao"... Todos tienen apodo.
Un coche de tercera*, negro y trágico, pasa,


con la cruz en lo alto, los "pitejos" y el muerto:
los baches y las piedras le hacen andar incierto,
como borracho alegre que no encuentra su casa.


                                    Pedro Luis de Gálvez


* Un coche de tercera: en la época en la que Gálvez escribió el soneto, se refería a la categoría del entierro, según el coche con caballos que llevaba y otros adornos.


Pedro Luis de Gálvez y Eliodoro Puche eran amigos literarios y compañeros de bohemia en Madrid. En el 8 de junio del año 1930, vino a Lorca en avión, con la aviadora madrileña pero residente en Barcelona Elvira Muñoz, sólo para saludar a Eliodoro. Gálvez fue redactor en el Levante Agrario de Murcia.

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