martes, 17 de mayo de 2011

LOS DÍAS DESDE LA CALA

                                                                 (c) Schufich. Lilith


En algunas ocasiones, recuerdo con urgencia este aforismo no sé si bíblico o evangélico: 
               "Los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz".

                                                         (c) G. Della Noce. Mujer desnuda


1.
Jayyam: Tu cuerpo es como una jaima.
Su sultán es tu espíritu y su hogar es la nada.
El siervo destinado prepara el hogar de otro huésped.
Cuando el sultán se ausente desmontarán esa jaima.

(Omar Jayyam. Rubaiyyat. Introducción y traducción de Carlos Areán)

                                                Palacio de Guevara o Casa de las Columnas



CONSECUENCIAS DEL TERREMOTO
Se dicen cosas que no siempre cuadran a todos. Esta mañana, en Lorca, comentaban sobre la suerte de la Casa de las Columnas, dañada por la incuria del tiempo y por la otra. Me parece muy bien que se quiera proteger todo cuanto contiene el Palacio de Guevara. Me parece muy bien que se empaquete todo su menaje, sobre todo si lo hace una empresa especializada porque así se trabaja de manera profesional. Pero mi espíritu se entristece cuando me comunican que todo el material va a ser enviado a Murcia. ¿Por qué? ¿No hay quien proteste? Me imagino que esto será uno más de los bulos que se hacen correr cuando ocurre alguna catástrofe como la de Lorca. Supongo, además, que los profesionales que estén haciendo el empaquetado harán al mismo tiempo un listado de lo que ponen en las cajas para que, en su día, si vuelven esos objetos, lo hagan todos. Creo que en el nuevo Archivo Municipal hay habitaciones suficientes para guardar muchas de esas cosas. So pena que se lo lleven a Murcia -se vayan a llevar a Murcia- por si viene algún nuevo terremoto. Pero, ni eso me cuadra: ¿es que Murcia está libre de ellos? Por favor, las cosas de Lorca, dejadlas en Lorca, aunque se tome esta medida con toda la buena fe, que así lo entiendo. Espero que mañana pueda saber más sobre este asunto.


                                                                          (c) Herederos de Manuel Muñoz Barberán




Señor, el viejo tronco se desgaja,
el recio amor nacido poco a poco,
se rompe. El corazón, el pobre loco,
está llorando a solas en voz baja,


del viejo tronco haciendo pobre caja
mortal. Señor, la encina en huesos toco
deshecha entre mis manos y Te invoco
en la santa vejez que resquebraja


en noble fuerza. Cada rama, en nudo,
era hermandad de savia y todas juntas
daban sombra feliz, orillas buenas.


Señor, el hacha llama al tronco mudo,
golpe a golpe, y se llena de preguntas
el corazón del hombre donde sueñas.


(Leopoldo Panero)




                                                                                              Rudolf Schuler

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