sábado, 28 de mayo de 2011

Omar Jayyam. RUBAIYYAT

5
Tú has quebrado mi cántaro de vino, mi Dios.
Tú me has clausurado las puertas del gozo, mi Dios.
Soy yo quien bebe, pero Tú cometes los verdaderos desórdenes.
Llénese mi boca de tierra. ¿Estarás borracho, mi Dios?

6
Tú, cuya esencia misteriosa es inalcanzable.
Tú que te desinteresas de nuestra obediencia y de nuestras faltas:
Estoy ebrio rumiando mi culpa, pero en mi esperanza mi encuentro a mí mismo.
Quiero decir con esto que confío en tu amor.

7
Mi ración de existencia ha volado en pocas horas.
Se deslizó como el agua en el río, como el viento en la estepa.
Hay dos días que jamás me perturban:
el que habrá de venir y el que se ha disipado.

8
Olvida el día que te abandona.
No te inquiete el de mañana que aún no ha venido.
Desdeña lo que ha sido y lo que habrá de ser.
Vive tu instante y no arrojes al viento tu vida.

9
Me has construido con agua y con tierra: ¿Qué puedo hacer?
Esta lana y esta seda eres Tú quien los teje: ¿Qué puedo hacer?
El bien que practico y el mal en que dices que caigo,
eres Tú quien me los ha destinado. ¿Qué puedo hacer?

10
En los muros de Tus vi un día un pájaro
posado frente al cráneo de Key Kavus.
El pájaro le dijo al cráneo: "Ay de ti:
¿Qué se hicieron el eco de tu gloria y el sonar de los clarines?"

                                                                                    Tumba de Omar Jayyam

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