sábado, 16 de abril de 2011

MARÍA DEL AMOR HERNÁNDEZ






ALMENDROS FLORIDOS

Dulces murmullos entre

los almendros floridos,

embriagando mi cuerpo

ahogándome un suspiro.

Mis pies andan descalzos

sobre hierba y rocío,

nubes algodonadas

ahogan silencios y gritos.

Sigue fluyendo el agua

sinuosa por el río,

el lamento del viento

entre agujas de pino.

Adentrándose en mi alma

las fragancias de estío,

me pierdo entre la noche

dejo mi rastro escrito.

Deliciosa existencia,

donde se ahoga mi grito

convertido e n ausencia,

si existe vida, existo.



AY DE NOSOTROS

Ay de nosotros,

Republicanos anarquistas

Efímeros columnistas

Ecologistas de piel expuesta

Revolucionarios pacifistas.

Oradores de palabra escrita

Mirones de revista

Obispos con la pederastia casados

Vanguardistas del pasado

Consumidores de aspirina.

Ay de nosotros

Políticos absueltos de injusticias

Hipócritas extremistas

Santos de alma turbia

Aprieta gatillos de milicias…

Escritores de palabras oídas,

Después de tanta hipocresía

De alarde de duelo de injustos

De vender ceniza antes que humo

¿Que nos queda?.... sino la vida.



ESPECTROS DEL CABALLO BLANCO

Semilla en tierra de difunto,

murmullo, clamor de silencio,

silencio que quiere imponerse

al rumor de la vida y al tiempo.

Guadañas que muestran su brillo

en la hora triste del destierro,

cuerpos céreos y sin mirada

deambulan, bajo el cielo etéreo.

Entre nubes atizonadas

cielos sin color ni reflejo,

canta el cárabo impertinente

al compás de futuros muertos.

Cadáveres pasean inertes

entre imaginarios espejos,

susurrando tristes canciones

cuentan derrotas de otros tiempos.

Tenebrosas noches que dejan

entrever futuros inciertos,

mientras agujas compartidas

encarnan sus ruinosos cuerpos.

Descaminados, peregrinos,

entre sombras, solos y enfermos

por vivir siguen viviendo,

por morir ya están muertos.



MARES ENFURECIDOS

Mares enfurecidos

de cuerpos que claman,

paleta de fragancias

de canela en rama.

Aromas penetrables

con trémulas alas,

desátame deseos

paséame el alma.

Cámbiame susurros por

letras malsonadas,

traicionando lealtades

que fueron violadas.

Libo miel de tus labios

calor en mis nalgas,

derrochando sentidos

cabalgo en tus entrañas.

Alargando placeres

llueve en mi piel blanca

mares enfurecidos

se aplacan al alba.


Ilustraciones: Fotos de José Luis Molina

(a) Óleos de William Holman Hunt, Rudolf Schuler y Francisco de Ribera

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