miércoles, 6 de abril de 2011

JACINTO HERRERO ESTEBAN




Las Navidades de Jacinto Herrero Esteban (XVIII)


1995

(et si fari non potes et tacere non debes,
quid restat nisi ut iubiles?
ex verbis Aurelii Augustini)



Y pudo aquel muchacho de Tagaste,
ahora anciano acosado por los bárbaros,
recordar el contento de la siega,
los cantos de la vendimia. En los lagares
corría el mosto entre los pies denudos,
y al canto le faltaban las palabras;
remedaba la voz la melodía
y el júbilo apretaba la garganta.
Jubilad, jubilemos, ¿qué te importan
los bárbaros? Cantad, cantad con júbilo.
En el umbral de un breve y nuevo tiempo,
con las palabras viejas del romance,
gaudiosos seyamus. Pido a todos
la paz, la gracia del olivo; amén.


Post Data:
Lo que sucede con Jacinto Herrero Esteban es increíble. Es fácil que, en Ávila, se piense que tener entre sus convecinos un poeta de la magnitud de Jacinto Herrero Esteban es suficiente. Pero no lo creo así. Tampoco se trata de hacerle un homenaje, porque ya se le han hecho. Se trata de que se analice su poesía. Es muy sencillo y fácil programar unas Jornadas de información y estudio sobre la poesía de Jacinto Herrero Esteban. Sólo hay que buscar a cuatro amigos que esté dispuestos a impartir una conferencia sobre el poeta (dos cada día) y a cobrar poco, el viaje y la estancia. Esas cuatro conferencias se pueden publicar bien en un libro bien en una web reconocida y con cierto prestigio. Y así el poeta puede descansar tranquilo. Eso se está haciendo en Lorca con un poeta local de los años veinte, Eliodoro Puche, por una Asociación Amigos de la Cultura. Y funciona.

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