martes, 12 de abril de 2011

JACINTO HERRERO ESTEBAN




Las navidades de Jacinto Herrero Esteban (XXI)


1998

(Sap. 18. 14 y 15)

Pastores vigilando los ojos de los cárabos
y las aves rapaces, brillantes como estrellas,
ejército celeste, titilando en lo oscuro,
que quién los contará.
Ovejas apretadas las unas con las otras
buscándose al calor de las unas con la lana
tupida de las otras, las vedijas de lana
que quién las contará.
Palabras susurradas las unas a las otras
por darse trabazón, las palabras saliendo
de bocas ateridas que alargaban la noche
con historia de miedos y muertos lejanos
que quién los contará.
Y estaban esperando los ojos de los muertos
en el seol oscuro desde Abel el primero
de los muertos que esperan con ojos anhelantes
en mitad de la noche como astros de fuego
que quién podrá apagar.
Y estaban floreciendo gotitas de rocío
o cristales de escarcha al filo de la noche
cayendo en la azotea de casas jalbegadas,
la noche con millares de vidrios triturados
que nadie contará.
Cuando un quieto silencio, habiendo ya la noche
acabado de andar la mitad de su curso,
dio paso a tu Palabra que bajaba del cielo
en medio de la tierra sentenciada a muerte.
Y Tú iluminaste con paz y en esperanza
que quién podrá narrar.

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