domingo, 24 de abril de 2011

Y... POESÍA CADA DÍA. Hoy... con Jesús Tomé


Así me parece que titulaba el diario ABC una sección (Y... poesía cada día) que situaba al final del periódico, después, incluso, de los anuncios por palabra, eso que ahora se llama publicidad porque, donde no hay publicidad, resplandece la verdad. Está lloviendo con furor. Cuesta trabajo divisar el entorno de la isla del Fraile y montañas circundantes desdibujado por la lluvia y el agrietamiento del color, hemos entrado en el reino del gris-lluvia, cielo-gris = cielo sin color. Nadal va a iniciar su partido con Ferrer en la final del torneo Conde de Godó, si no han de suspenderlo. Cuando el gris entra en los lugares en los que no debe, la realidad cambia. Todo eso lo vivimos esperanzado porque somos conscientes de que, después de la tempestad viene la calma, y eso es bueno porque nos entrena para la vida. La vida es bella hasta que un tonto viene y te la cambia: por tanto, no pongas un tonto en tu vida y apártate de él cuando lo veas venir por debajo de los balcones por si no se mojara cuando la lluvia. Pero, de los canalones cae y/o caía antiguamente el agua e igual te mojabas, decía mi tía cuando nos explicaba estas cosas de la vida, es decir, usaba con nosotros lo que mi madre llamaba gramática parda.


Abandono tan lluviosas expresiones y me refugio en Juan Ramón Jiménez: "La poesía es la antorcha que se recoje de una mano y se pasa a otra. Desgraciado del que se quede con la antorcha y del que no la reciba. La antorcha es la inspiración presente, que une la del pasado a la del futuro [...] Si no hubiera lengua, la poesía sería espresada con jestos, sonrisas, miradas, como en realidad hace el poeta mejor, que convierte las palabras en sentir o pensar libres y que rompe su vaso constantemente; algo así como una sien sensitiva que late, y que, sin sentido movible, no sería más que una superficie helada, cuajada muerte. Oíganlo los poetas cuajados. Esta poesía sería la mejor; porque cumpliría con el carácter misterioso y encantador de Platón humano y divino. No hay que asustarse de la palabra divino. Divina es toda la vida, porque divino quiere decir orijinal: alada es toda la vida, porque el mundo vuela por el espacio; y graciosa es toda la vida, porque todo es puro milagro en la vida. Y un niño chico, un mudo, un perro miran con poesía tanto como no hablan".
(De La corriente infinita. 1961).



Corté mi dedicación a Jacinto Herrero Esteban porque su temática, la temática de este momento, no era del tiempo litúrgico que íbamos a vivir. Por ello, ahora he de retomarlo y seguir con Jesús Tomé. Lo de Jesús Tomé se origina por medio de Joaquín Galán. Me trató muy bien -al final se enfadó conmigo por no poder publicar aquella antología ya citada- y me puso en contacto con lo más granado de la lírica del mester. Me puso en contacto con Jesús Tomé, al que escribí a Puerto Rico. En España ya, me dio la dirección del poeta que estaba con sus hermanos por las circunstancias que él mismo comentará. Así que Jesús Tomé me envió POEMAS PARA UN EXILIO (Premio) del que hablaré en su momento. Al tiempo, Joaquín Galán me obsequió con una ANTOLOGÍA que es lo mejor que he visto escrito sobre Jesúis Tomé. Cuando he recuperado con mi retiro en La Cola de la Cala mi quehacer poético y he recuperado mis libros más amados, he encontrado una carta en su interior. La dedicatoria de esta antología es la siguiente: "Para José Luis Molina, viejo amigo, tan interesado por la poesía de Jesús Tomé... Con un fuerte abrazo, Joaquín Galán. Enero, 1981". La carta lleva matasellos del día 18 de junio de 1976. Por entonces, Jesús Tomé estaba en Valladolid, pero quizá fuese a San Celoní para ver a sus hermanos, seguramente en la emigración:



"San Celoní, 16-6-76
Querido amigo:
Ayer estuve con Jesús Galán que me dio tu dirección. Tengo entendido que me escribiste a Puerto Rico interesándote por mí; pero el poeta al que acudiste sufrió un accidente y no pudo ponerse en contacto conmigo.
No sé qué poemas mío tendrás para tu antología, pero supongo que ya serán muy viejos, porque hace años que, aunque sigo escribiendo, no he publicado casi nada.
Si sacara tiempo, te enviaría algo nuevo desde aquí. El tiempo -para bien o para mal- no pasa en vano.
Estoy muy al tanto de los que se escribe en España (Joaquín ha quedado sorprendido); pero reconozco que mi vida literaria sólo hasta cierto punto es española. Admiro lo que hacen los demás, pero he llegado al límite de la edad en que es necesario quedarse a solas con las propias obsesiones.
Creo haber llegado tarde para pretender orientar y arriesgar entre las solicitaciones de los nuevos laberintos. Pero, además, por convicción, estoy decidido a seguir mi camino que no sé si me llevará al reconocimiento que me haga digno de merecer una estatua (valga la ironía), pero que me ayuda a sobrevivir instalándome en el mundo, o situándome en otro mundo intemporal, allí donde sucede el mito, es decir, donde se es de una vez y para siempre. Volveré a escribirte. Con un fuerte abrazo. Jesús Tomé"


Por tabernas de llanto persistimos
bebiendo a trago y sed en la belleza
mientras detrás de un vaso de tristeza
otra mayor tristeza redimimos.

Nos redimimos, ¿sabes? Nos latimos
puros en el silencio que nos reza;
si saben las plegarias a cerveza
que amarga y quita sed, ¿qué más pedimos?

Y así vamos. Iremos. Paso a paso
de soledad en soledad cayendo,
de cautivos de amor, de Dios cautivos;

sintiendo que si, al fondo de este vaso,
el vino a muerte nos está sabiendo,
porque nos mira Dios estamos vivos.
(Jesús Tomé. Traigo esta tristeza, 1960).

Fotografías de J. L. M. De la serie Así es Calabardina cuando está triste.


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